Emprender requiere un gigantesco cambio de mentalidad. Nadie te lo va a decir. Te hablarán de finanzas, de ideas, de perseverancia, de organización, estrategias, pero nadie te va a decir lo importante que es hacer un cambio mental.
Emprender es un acto de fe... fe en una(o) misma(o). Pero no basta con eso. Emprender es haber hecho conciencia de que existe algo en lo que eres buena(o), y que eso aporta valor a los demás, y ese algo se convierte en un propósito en tu vida.
Suena sencillo ¿cierto? el problema es que no es fácil darte cuenta de todo aquello en lo que tienes habilidades.
Necesitas reconocer tus talentos, aquello que para ti resulta "sencillo" y placentero de realizar, y que te distingue de los demás. Todos tenemos talentos, nacimos con ellos, porque esos son nuestras herramientas para hacer algo por este mundo, así que no existe una sola persona en este planeta, sin talentos.
¿Pero, por qué algunas personas subestiman sus propios dones o cualidades, y los dejan de lado? Bueno, eso tiene que ver con dos cosas:
Primero, algo que te resulta tan sencillo de hacer, lo consideras poco importante. "No es la gran cosa", "Cualquiera puede hacerlo", ¿te suenan familiares estas afirmaciones?
Segundo, porque vivimos en un mundo donde se nos enseña desde niños que debemos de trabajar para alguien, debemos de memorizar datos, acatar ordenes, y tener un trabajo "aceptable". Eso bloquea nuestra creatividad y la conexión con nuestro potencial.
Emprender implica crear algo que antes de existía, y no tiene nada que ver con inventar cosas, o con la novedad, ni con ideas originales.
Cuando tú emprendes, vas a crearte un trabajo que no existe, vas a vender algo que antes no estaba en venta. Nadie vendrá a contratarte, ni a decirte qué hacer, sino que eres tú quien está creando todas esas oportunidades. ¿Ahora entiendes por qué te digo que emprender es crear algo que antes no existía?
Todo lo novedoso, aterra. Les aterrará principalmente a quienes te aman. Si te aventuras a invertir tus ahorros en tu emprendimiento, o renuncias a un trabajo fijo para dedicar el 100% de tu tiempo a tu proyecto, te dirán que es arriesgado. ¡Y lo es! Pero eso no es malo.
Necesitas una estrategia, eso es todo. Necesitas un plan con pasos y fechas límites, y sobre todo, comenzar con lo que tengas. Un emprendimiento requiere de mucha inversión de tiempo y de ideas, y todo eso puede saturar tu cabeza, por lo que te invito a hacer listas donde pongas tus pendientes por prioridades. No pierdas tiempo en el paso 10, si aún no has resuelto el paso uno y dos. Ve un paso a la vez. Solo así se puede ser productiva(o). Y por último y no por eso menos importante: cree en ti, confía en tu talento, valora tus ideas. Pule cada detalle, haz mejoras constantes, aplica la técnica prueba y error, y no te desanimes por los momentos de fracaso.
Te deseo todo el éxito del mundo en lo que sea que estés emprendiendo.
Con cariño, Karen.
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