¿Cuál es mi propósito de vida? por muchos años me lo había preguntado, y debo confesarte que busqué las respuestas en otras personas. Busqué la respuesta en cartas de numerología, en cartas astrales, en terapias holísticas, hasta que me di cuenta de que la respuesta estaba en mí, y hasta que no viviera un proceso de consciencia y desarrollo personal, sería capaz de verla.
Pensaba que el propósito de vida tenía que ver con una misión extra- especial, algo de otras vidas, algo increíblemente mágico, y que por lo tanto debía de ser algo extraordinario. Hasta que fui viviendo cosas... experiencias que me han hecho crecer como persona. Algunas fueron muy dolorosas, y otras tantas, muy hermosas.
Lo bueno de hacerse mayor es que si utilizas las experiencias difíciles como maestras, y no como fracasos, entonces descubres que el aprendizaje es valioso, y lo mejor de un aprendizaje valioso es compartirlo: enseñar a otros lo que sabes.
Todos somos maestros. No importa si lo creas o no, todo el tiempo estamos enseñándole a los demás, a partir de nuestras experiencias. Inclusive de forma indirecta, en este momento, tú eres la inspiración o el ejemplo de alguien. A veces, también somos el mal ejemplo de alguien, y ¿sabes? está bien. Si alguien más puede aprender a partir de algo que a nosotros no nos funcionó, entonces eso también sirvió para algo, ¿o no?
Pero el propósito de vida, es algo que haces más consciente, y viene desde el amor propio. Cuando te han pasado cosas, cuando lo has intentado, y has fracasado, y lo has vuelto a intentar sin rendirte, entonces descubres tu valor. Llega un momento, y espero que te haya llegado ya, y sino, deseo que te llegue muy pronto, en donde te miras al espejo y piensas: "Valgo mucho. Sé hacer esto, y lo otro, y también tengo todas estas cualidades, y aquellas" y entonces: ¡la magia sucede!
Cuando has logrado ver tus talentos y fortalezas, a partir del reconocimiento y valoración de lo que eres, entonces reconoces que tienes mucho que ofrecer. Cuando lo que ofreces deja de parecerte poca cosa, es cuando el mundo está listo para recibirlo.
¿Y qué ofreces? no quieras cambiar al mundo tú sola(o), nadie puede cambiar el mundo solo... no quieras ser un salvador, un héroe con superpoderes. A veces lo que uno ofrece vale mucho, pero es sólo una pieza del engranaje del mundo. ¿Para qué eres buena(o)? ¿Para unir a tu familia, para crear momentos cálidos, para alegrarle la vida a quienes se cruzan en tu camino, para escuchar, para conectar personas? Sea lo que sea que haces con facilidad y que hace que otras personas quieran estar contigo, es tu talento.
Te platicaré la historia de mi amiga Charmaine, quien me hizo pensar en mi propósito de vida. Estábamos platicando mientras desayunábamos, y me dijo con mucha seguridad: "Mi propósito de vida es que nadie de quienes me rodean se sientan solos"... me quedé pasmada, no por el propósito, sino que pensé: ¿Cómo ella tiene TAN clara su misión de vida?" y me pareció algo hermoso. Me quedé pensando por un minuto sin responderle, y recordé que cada vez que veo a Char, el día se me ilumina, nunca deja de responder, y cada vez que le he escrito estando triste, o sintiéndome sola, ella responde con un: "Vamos por una copa de vino, chica"... Char hace que no me sienta sola.
Charmaine ha llevado ese propósito a todas las áreas de su vida, incluso a su vida profesional. Creó una agencia que ayuda a que extranjeros puedan venir a mi país y consigan dónde vivir, dónde trabajar, y hasta organiza una reunión mensual para que conozcan personas y puedan hacerse de contactos personales y profesionales. Es decir: les ayuda a no sentirse solos en su proceso de migración. ¿Lo ves?
Fue así que desde ese día estuve pensando en mi propósito de vida... y descubrí que siempre había estado claro: mi propósito es que cada persona que me rodee se sienta motivada, que todo aquel que cruce por mi vida sienta que es capaz de lograr lo que quiera, de mejorar su mundo, de explotar sus talentos. Llevo este propósito en cada área: cada vez que un amigo o amiga me platica un problema, doy ideas con soluciones, motivo mucho a que emprendan, tengan distintas fuentes de ingresos, y lo hago ver fácil, porque lo es.
Puedes generar toda una empresa con cero inversión de dinero (porque se invierte en tiempo, y mucho), y desde la barra de tu cocina (yo empecé así). En mis talleres motivo a mis alumnos a dibujar y a que se den cuenta de que pueden hacerlo con facilidad.
Así que en este post, te motivo a reconocer tu valor personal, a darle a tus talentos el lugar que merecen, y a compartirlos, que por eso has venido a este mundo: para poner tu pieza en el engranaje, y aportar tu parte para que el mundo cambie.
Te quiero.
Karen.
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